Jake Gyllenhaal impresiona en Nightcrawler, una película de guion impecable, donde la sencillez de la ficción y la complejidad del realismo, se entremezclan para dar luz a una obra tan sórdida como apasionante.
Con la llegada de 'El becario' a la cartelera asistirenos a una fallida mezcla entre 'El diablo viste de Prada' (2006) y 'Los becarios' (2013), convirtiéndola así en una mera película de sobremesa televisiva, bastante floja por cierto.