Diez minutos es lo que necesita un espectador para saber si una película merece la pena. Si en diez minutos uno ya está pensando en la lista de la compra, la película ya no tiene nada que hacer. 'Snowpierces (Rompenieves)' consigue atraparnos en 5 minutos y a los diez estaremos locos de alegría si miramos al reloj y nos damos cuenta de que todavía le quedan casi dos horas y un montón de sórdidas y oscuras sorpresas...