Tao Zhao en el rodaje de La ceniza es el blanco mas puro
En 2001, la joven Qiao está locamente enamorada de Bin, un cabecilla del hampa local. Testigo del ataque de una banda rival contra Bin, dispara para defenderle. Por no delatarle, Qiao acaba condenada a cinco años de cárcel. Una vez en libertad, Qiao busca a Bin pero este se niega a aceptarla de nuevo en su vida.
Ahora es Francia quién denuncia a través del cine los abusos de poder por parte de clérigos sobre los niños que se entregan a la educación religiosa.
Desconcertante, conmovedora, intensa y fantástica (en el amplio sentido de la palabra), se descubre la fábula del director Kornél Mundruczó. Opresión y lucha de clases a través de la mirada de los más fieles e indefensos: los perros.