Imagen de la película de Los hermanos Sisters
Joaquin Phoenix y John C. Reilly se adentran en el lejano oeste para narrar una historia sobre el fraternalismo y la búsqueda de la utopía en un mundo sin más ley que la del más fuerte. Aquí te dejamos nuestra crítica de Los hermanos Sisters.
Los hermanos Sisters, Charlie y Eli Sisters (Joaquin Phoenix y John C. Reilly) son contratados para eliminar a un fugitivo que está en manos de otro sicario (interpretado por Jake Gyllenhaal) y durante su trayecto aprenderán a ver el mundo desde otra perspectiva así como el valor de la familia.
El Western ha sido siempre un género que nunca ha dejado de aportar películas. Si bien a lo largo de la historia ha tenido picos de mayor impacto como con Ford-Wayne o el Spaguetti Western de Sergio Leone, siempre ha aportado películas que nos trasladan a ese lejano, salvaje y desértico lugar donde imperaba la ley del más rápido. Y recientemente ha llegado a las pantallas Sin Piedad y ahora Los hermanos Sister del director Jacques Audiard, película cuyas fortalezas está en su reparto y en su apuesta por la trascendencia.
Por desgracia, la trascendencia del film se queda en eso, en una apuesta, ya que temas como la fraternidad, la búsqueda de la paz espiritual, el romper con lo preestablecido o la idea de mejorar el mundo son los interesantes temas que la película trata pero su manera de hacerlo no es la más efectiva. Y no lo es porque la película nos cuenta demasiado en vez de mostrárnoslo, aunque intenta hacer lo primero. Se toman decisiones, hay escenas muy correctas pero que terminan saliendo adelante por la propia inercia de la película en sí más que porque realmente hayan tenido un sentido claro y en este aspecto (y en opinión de quien esto escribe) este western se hace un poco insulso.
No es pertinente obviar la gran producción y la ambientación detrás de este proyecto que te mete de lleno en el lejano oeste, así como su banda sonora, pero por desgracia no termina de ahondar en los interesantes temas que trata a lo largo del metraje.
Por otro lado, las escenas de acción, aunque impactantes, no permiten al espectador ver apenas cómo se desarrollan, cumpliendo con hacer sentir la sensación de peligro pero no por qué se llega y sale de las mismas.
Sin duda alguna, lo mejor de la película es su reparto. Y es que tener a Joaquin Phoenix, John C. Reilly y a Jake Gyllenhaal en momentos altos de su carrera es de agradecer, ya que la película deja caer su peso en dichos actores que llevan la historia de una manera creíble y se sigue con facilidad. Y si bien sus papeles podrían haber estado algo más perfilados, sus actuaciones sobrepasan sus concepciones y nos brindan unas interpretaciones más que notables en este Western.
El guion de Jacques Audiard, adaptación de la novela de Patrick deWitt, es atrevido y trata de dotar de profundidad los diálogos y acciones de los personajes de la película. Como ya hemos mencionado, varios son los trascendentales temas que se tratan mientras los protagonistas van de un lugar a otro pero se quedan en el intento de calar en el espectador y hacer de esas reflexiones y conductas el elemento impactante y profundo del film, quedándose al final en la superficie de todo lo que se podría haber sacado con esas temáticas.
Un Western muy bien ambientado y con contenido que sabe hacia dónde va, pero quizás no por el camino más efectivo.
Esta entrada fue modificada por última vez en 13 mayo, 2019 11:49
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