Crítica Los Miserables (2019) – Ladj Ly (Cine Francés)

La ópera prima del activista, actor y director Ladj Ly asalta Cannes con una reflexión sobre las relaciones del Estado, a través de mecanismos de represión, con parte de la población que habita los márgenes de la sociedad. A continuación, la crítica de Los Miserables de Ladj Ly.

Sinopsis

Stéphane (Damien Bonnard) se enfrenta a su primer día de trabajo en la Brigada de Lucha contra la Delincuencia (B.A.C. en francés) en un suburbio de París. Sus compañeros de patrulla, Chris (Alexis Manenti) y Gwda (Djebril Zonga), llevan más de diez años en las calles y el hastío ha provocado que hayan relajado su praxis hasta un punto prácticamente escandaloso. La tensión estalla cuando uno de los niños del suburbio roba un cachorro de león de un circo ambulante y los dueños, de etnia gitana, quieren recuperarlo a cualquier precio.

Reseña de Los Miserables 2019

“Amigos míos, retened esto: no hay malas hierbas ni hombres malos. No hay mas que malos cultivadores”. Esto escribía Víctor Hugo en su novela Los Miserables en 1862 y, con esta misma frase, el director Ladj Ly finaliza su revisión contemporánea del clásico. Y yo no puedo empezar esta crítica de una forma diferente, ya que es un resumen argumental perfecto.

Hay tres cosas que brillan en esta obra. Una de ellas es la evolución del personaje interpretado por Bonnard. Pasa de la máxima inseguridad de un primer día de trabajo —Gomina le apodan sus compañeros en el primer minuto del film— a marcar el ritmo de la historia para, posteriormente, diluirse, o, más bien, mimetizarse con sus dos compañeros en los últimos planos.

El siguiente aspecto sobresaliente es la forma de retratar el entorno. Gracias a planos generales a golpe de dron —que también tiene un papel importante en el argumento de la película— podemos construir una visión general de lo que supone un barrio olvidado en todos sus aspectos: suciedad, basura por todos lados y niños transformando tapaderas de cubos de basura en trineos. Y es que la capacidad de dibujar el retrato social de un ambiente tan hostil supone un gran logro, no solo logístico, sino también psicológico.

Y este es, precisamente, el tercer elemento de peso en Los Miserables. Desconozco la procedencia de los actores secundarios, pero la credibilidad interpretativa es tan alta que parecen sacados del mismísimo suburbio para representar su vida.

El guión de Ladj Ly

El carácter activista del director impregna cada una de las líneas de guion bajo un punto de vista muy claro: el estado oprime a los más desfavorecidos. Una visión personalísima que se encarga de recalcar siempre que tiene oportunidad. Este director, además, ha trabajado en el campo de la no ficción, por lo que, en ocasiones, hay una cierta percepción de documental, sobre todo en los primeros minutos que, de entre todo el conjunto, resultan más densos —un constante vagar por las calles, hablando con unos y con otros—, pero necesarios para lograr el efecto deseado: tener una justificación empírica de todo lo que viene después.

Opinión final de Los Miserables de Ladj Ly

Los miserables resulta ser una obra de factura impecable, sólida y que arrastra un debate que, siglo tras siglo, se sigue poniendo sobre la mesa: ¿hasta qué punto podemos justificar que los marginados sociales tengan derecho a tomar represalias contra el Estado que los expulsó? Esto es lo que se plantea una y otra vez en las obras que revisan, de una u otra forma, el clásico de Víctor Hugo. No sabemos muy bien hasta cuando se seguirá haciendo, pero lo que está claro es que, mientras existan las ciudades, existirá la desigualdad. Y ninguno de nosotros debemos ser ajenos a discutir sobre ello y a valorarlo. O si no, que se lo digan al Jurado de Cannes.

Trailer de Los Miserables