Crítica Spectre: El mejor regreso de la historia de James Bond

La última película de James Bond, Spectre, nos muestra la cara más elegante y clásica del famoso espía británico. Seguramente esta sea la mejor entrega del protagonista Daniel Craig.

Crítica de la película de James Bond: ‘Spectre’

‘James Bond contra el Doctor No’ (1962) fue la primera película de 007 que vi cuando era pequeño. No solo eso, además mi padre, con buen criterio, la había grabado para que pudiera verla, pues yo era tan pequeño que tenía que irme pronto a la cama. Con el tiempo volví a cruzarme con más películas sobre ese super hombre capaz de enfrentarse a multitud de enemigos. Algunas veces podía verlas directamente, como cuando me quedaba a dormir en casa de mis abuelos, y otras podía grabarlas yo mismo si me enteraba que la pasaban en la tele. Algunas eran mejores que otras pero todas eran como mínimo bastante entretenidas. Luego Nintendo sacó una joya para la 64 llamada ‘Golden Eye’ (1995), el videojuego que recreaba la película del agente secreto, y consiguió rematar la faena, pues ese largometraje (el mejor de Pierce Brosnan dando vida a James), fue el primero que vi en el cine logrando que no me perdiera ningún estreno desde entonces.

Bastantes cosas nos chocaron al ver a este nuevo James que parecía despreciar la tradición creada. De pronto un tío rubio (Daniel Craig), no le importaba que su vozka con martini fuera agitado o mezclado, no guardaba las formas, y pasaba por alto ciertos elementos que le distinguían. Se convirtió en un héroe de acción más.

Luego, con el paso de las entregas, el público se acostumbró a ver a un espía más realista, que decían algunos, más acostumbrado a recibir por todas partes y con ganas de repartir a todos. Mucho más ajado, violento e irascible que el resto, esta actualizada versión del icónico personaje terminó por calar en los seguidores al igual que los bebedores de Coca Cola se acostumbraron al nuevo etiquetado.

Pero ahora… Ahora… Todos los que se resignaban a estas adaptaciones a los nuevos tiempos desde que Daniel Craig protagonizara ‘Casino Royale’ (2006), ¡van a tener su justa recompensa! James Bond ha vuelto en esta Spectre con todos los elementos clásicos que le hicieron tan grande y mítico. Esta vez el equipo de guión compuesto por John Logan, Neal Purvis, Robert Wade y Jez Lutterworth, responsables de varias entregas de Bond, han logrado una espectacular película al más puro y auténtico estilo 007.

Desde el inicio hasta la resolución, Sam Mendes (‘American Beauty’, 1999), pone toda la carne en el asador para que cada escena sea simplemente, perfecta. Se respira James Bond, se respeta al personaje y logra crear una creciente tensión hasta la mismísima última escena. Todos los encuadres, todas las escenas de acción, de persecución de dialogo…  ¡Todo! Es de un nivel visual, permítanme la expresión, acojonante. Es difícil no abstraerse para comentarse así mismo los efectos utilizados para lograr dramatismo en casi absolutamente todo.

Fantástica es por ejemplo la presentación de Christoph Waltz, el villano más auténticamente Bond en décadas. Todo está tan medido, las luces, las penumbras, los gestos, las palabras que en el momento que se descubre, la película pone al espectador en la mismísima piel del espía. ¡Y qué manera de presentar al esbirro principal, interpretado por Dave Bautista! Por no hablar de la justificación de cómo se usa un Aston Martin clásico, o de qué manera Q (Ben Whishaw), el ingeniero de todos los artilugios que entrega a Bond, contesta sobre la utilidad de un reloj de muñeca que recibe el espía. Brillante.

La fantástica escena que abre la película en México, un imposible plano secuencia de interminables minutos, atrapará a cada uno de los espectadores. ¡Unos movimientos de cámara y una belleza audiovisual (la música es sublime) que transporta al día de los muertos tan celebrado en el país centroamericano en un abrir y cerrar de ojos! Sin apenas respiro, un par de tiros y todo salta inesperadamente por los aires hasta que da paso a una de las escenas de acción área más trepidantes que se han podido ver en pantalla.

¡Y de ahí hacia arriba! Por supuesto, uno de los defectos, como en casi todas las películas, es la escasa justificación de meter a una chica Bond (Léa Seydoux) en todo este entramado, pero se perdona y consiente aunque sólo sea por tratar de respetar los cánones clásicos (Daniel Craig es muy seductor pero… uf, es que casi parece su… ¿abuelo?).

En la subida al climax encontraremos un mensaje del pasado de la anterior M (Judi Dench), un apretar de tuercas del nuevo (Ralph Fiennes), y una situación tan complicada para 007 que se verá obligado a trabajar al margen de las normas, si es que alguna vez su licencia para matar le hizo estar dentro. Se cuestionará la agencia, la ética, la seguridad internacional, mundial y en el ajo aparecerá una organización criminal ultra secreta, Spectre (llamada “Espectra” en los clásicos debido a su próxima traducción fonética), representada por un irónico pulpo (muy parecido a la monstruosa deidad Cthulhu imaginada por HP Lovecraft) cuyas intenciones y acciones, deberá desenmascarar nuestro agente secreto. La presentación y objetivos de dicha estructura criminal tiene más sentido que nunca y la justificación del villano más maligno de las últimas décadas no puede ser más perversa y acertada.

Y sí. Habrá gadgets clásicos, noche de “amor” con la auto nombrada “mujer Bond” con Mónica Bellucci en un affair visto y no visto, sin que Bond pierda ese toque moderno con el que, ahora sí, se ha ganado el reconocimiento absoluto y su justa entrada al cuadro de honor de unas de las mejores (o mejor) película de James Bond de la historia.

Trailer de la película de James Bond: ‘Spectre’