La novela infantil de gran éxito, La mecánica del corazón, llega adaptada al cine en formato de animación de la mano de Mathias Malzieu, escritor del libro y autor de la música junto a su grupo Dionysos. El conocido Luc Besson se encarga de la producción.
Crítica: La mecánica del corazón
Partiendo del desconocimiento de la novela en la que se basa La mecánica del corazón, pero teniendo en cuenta que su director es el autor, es de esperar que el tratamiento de la historia haya sido muy similar en ambos formatos. La cinta comienza correctamente, exponiendo rápidamente el conflicto al que se va a enfrentar el personaje principal. Y este quizás sea el mayor lastre de la película, su rapidez. Cuando se intentan abordar tantos temas y tan trascendentes como los de esta historia en poco más de hora y media, el resultado es una sucesión de secuencias atropelladas y enlazadas a través de puentes de un surrealismo exagerado y número musicales, a cada cual más innecesario.
El guion, peca de ser demasiado previsible, adivinando perfectamente el destino de Jack tras acabar el primer acto. Algunas decisiones son, cuanto menos discutibles y otras directamente inexplicables, como el abandono de la madre del pequeño al inicio de la historia. Por otra parte, el humor está ausente durante todo el metraje, convirtiendo una supuesta película infantil, es un auténtico drama, donde se mezclan temas como la pérdida de la inocencia y abandono de la niñez. Y es que no hay equilibrio entre el tono de las escenas, algo que se ha aprendido en cintas excelentes como Up, y que aquí no se logra, conduciéndonos a un final que salva la propuesta gracias a una poética y emotiva escena.
La estética, algo capital en la animación, aquí cumple con solvencia, a pesar de que los movimientos de los personajes sean algo toscos. Los diseños muestran sin duda una inspiración burtoniana en los ambientes, con unas caras con aspecto de porcelana y contadas diferencias entre ellas. Lo más acertado son los homenajes al estilo steampunk, que lucen especialmente en los objetos, arropados por una muy notable fotografía. La música es uno de los puntos más decepcionantes del film y a su vez lo más inexplicable, ya que la composición corre a cargo de Dionysos, el grupo del director. El exceso de canciones, que casi podría enmarcar la película en el género musical, no ayudan, sobre todo para el público adulto. Las composiciones son demasiado complejas, con una elección de instrumentos muy metálica que no casan nada con el tema principal de la historia, el amor; que demandaba temas más melódicos y pausados, que de haber sido así, podrían haber cambiado bastante la opinión final sobre la película.
La mecánica del corazón quizá sea más disfrutada por adultos que por niños. Tiene buenas ideas pero no las termina de desarrollar, quedándose a medio camino. Y es que el que mucho abarca poco aprieta.
Sinopsis: La mecánica del corazón
Jack es un niño de Edimburgo que nació en una día tan frío que su corazón se congeló. La doctora Madeleine se lo remplazó por un reloj de cuco. Jack tendrá que vivir con este curioso artilugio y tendrá que cumplir tres reglas para no perecer. No tocar las manillas, controlar sus emociones y no enamorarse nunca. Su vida cambiará cuando conozca a Miss Acacia, una joven andaluza con problemas de visión que alterará los engranajes del joven escocés.
