Jessica Chastain y Eyan Eggold en 'La desaparición de Eleanor Rigby'

Crítica de ‘La desaparición de Eleanor Rigby’: Mira a toda esa gente solitaria.

‘La desaparición de Eleanor Rigby: Ellos’ es la prueba de como un distribuidor poco razonable puede llevar al traste un ambicioso drama romántico. Sin embargo no está exenta de cierta frescura, calidad compositiva e interpretativa.

Sinopsis de ‘La desaparición de Eleanor Rigby’

La desaparición de Eleanor Rigby - Cartel
La desaparición de Eleanor Rigby – Cartel

Eleonor Rigby (Jessica Chastain) y Conor (James Mcavoy) son una pareja de enamorados neoyorquinos que sufren un traicionero revés. Eleonor se resguarda en casa de sus padres (William Hurt e Isabelle Hupert) alejándose de Conor pero tendrá que enfrentarse a sus cuestiones sin resolver, y una de ellas es su marido Conor.

Crítica de ‘La desaparición de Eleanor Rigby’

Antes de nada hay que tener muy en cuenta un detalle bastante importante. La desaparición de Eleanor Rigby, cuyo título no es para nada fortuito y se debe más a una intención, estudiada, para captar nuestra atención a través de cualquier tema que huela a Beatles, en el origen eran, y son, dos películas. Cuando Ned Benson exhortó a una desconocida Jessica Chastain hacer una película sobre la ruptura de una pareja, la actriz le propuso abordar el punto de vista femenino, algo que para Chastain era poco común en este tipo de argumentos: la visión masculina prima sobre la otra. Benson decidió realizar dos películas, ‘La desaparición de Eleanor Rigby: Él y Ella’, llegándose a estrenar ambas en el Festival de Toronto de 2013. Pero el fino olfato para los negocios de un distribuidor llamado Harvey Weinstein decidió, ya que gozaba de los derechos del film, meter tijera, algo que en la historia del cine ha encandilado de manera muy morbosa a muchos productores, que se lo digan a Sam Peckinpah o, sin tenernos que ir más lejos, al gran Erice. El resultado de tan audaz “montajista” es un montaje de dos horas denominado ‘Ellos’, donde, dando rienda suelta a su sed mercantilista, ha mezclado las partes de una y otra película.

Jessica Chastain y Eyan Eggold en 'La desaparición de Eleanor Rigby'
Jessica Chastain y Eyan Eggold en ‘La desaparición de Eleanor Rigby’

El tema sobre la angustiosa, a veces, convivencia de pareja y lo difícil que es mantener algo tan complicado como es el amor, la comprensión y la empatía que requiere para llegar a buen puerto, no es ninguna novedad. Directores como Bergman, Haneke, Rosselini, y su gran aportación a la ruptura y la reconciliación con ‘Te querré siempre’ (1954), o Claude Lelouch, han ofrecido su mirada ante tan arduo tema. La película de Lelouch ‘Un hombre y una mujer’ (1966) guarda, salvando las distancias, muchos puntos en común con esta: la tragedia que se interpone entre los personajes o el final libre de interpretaciones. No en vano, un póster de esa película preside la habitación de soltera de Eleonor y en más de un plano está presente.

Jessica Chastain e Isabelle Huppert en 'La desaparición de Eleanor Rigby'
Jessica Chastain e Isabelle Huppert en ‘La desaparición de Eleanor Rigby’

Lo que le ocurre a ‘La desaparición de Eleanor Rigby’ es que algo con cierto aire distinto se haya convertido en una pretensión sugerente. Es decir, en lugar de dos películas narradas por los protagonistas revelando sus anhelos, pareceres, incapacidades y desidias sobre un mismo tema, obligando al espectador a realizar un juego intelectual, se ha quedado en una película un tanto fatua y desatinada. Hay secuencias que conmueven y también hay secuencias que nacen agotadas. Pero todo esto no se debe a un mal hacer del director, se debe a la ignorancia supina por el cine de su distribuidor, el gran culpable de que esta película sea simplemente reseñable, que no deje ningún poso más hondo. Estas prácticas deberían ser perseguidas por ley porque de esta forma lo único que consigues (sí claro, obtendrás más público) es que el personal se quede a medias, se confunda e impidas que disfrute de una, presuponemos, buena obra global.

Jessica Chastain en 'La desaparición de Eleanor Rigby'
Jessica Chastain en ‘La desaparición de Eleanor Rigby’

Las secuencias resueltas por Benson son poderosas, los personajes atípicos, aunque sin dejar de lado un abuso de su agotadora intelectualidad que, y eso es muy acertado, no los exime de poder manejar el rumbo de los acontecimientos -un buen ejemplo es el padre y la madre– y una buena dirección de actores en el que el trabajo de Chastain destaca sobre el de los demás. Y aquí reside una de las claves del asunto porque en esta resultante tercera película de ‘La desaparición de Eleanor Rigby’ se da prioridad a Eleonor y todo lo que le rodea en su dolorosa existencia, convirtiendo a James Mcavoy en una especie de comparsa desvalida. Un tipo al que no terminamos de conocer muy bien, impulsivo y que no acaba de producir ninguna empatía ni siquiera durante el desolador final.

DIRECCIÓN
7
GUION
6
INTERPRETACIÓN
8
FOTOGRAFÍA
7
Reseña de lectores5 Votos
5.6
LO BUENO
Jessica Chastain y Viola Davis.
Siempre nos quedará la esperanza del dvd y su montaje del director.
LO MALO
El batiburrillo en el que se han convertido dos obras originariamente independientes.
A saber si se estrena, aunque sea en cines no comerciales, no esperamos menos la verdad, el díptico tal y como lo elaboró su director.
7