Sylvestre Stallone y Arnold Schwarzenegger protagonizan el último sueño infantil-adolescente-juvenil de los treintañeros: verlos juntos una película. En “Plan de escape” disfrutaremos, como casi siempre lo hemos hecho, de la “interpretación” de estas grandes estrellas de la acción (casi clásica).
Sinopsis Plan de Escape
Ray Breslin (Sylvester Stallone) se gana la vida comprometiendo la seguridad de las prisiones federales de los Estados Unidos de América. Él es la máxima autoridad en cuanto a diseño y construcción de penitenciarías y sus normas de seguridad, procedimientos y diseños están descritos en un exhaustivo manual. Cualquier prisión que siguiese cautelosamente todas sus indicaciones estaría blindada.
Ray Breslin ha pasado casi todos los años de su última década encerrado en distintas prisiones para perfeccionar el sistema mientras su consultoría de seguridad B&C, ha ido consiguiendo nuevos contratos con cada una de sus fugas.
Precedido por su fama, la CIA decide contactar con B&C para proponer un trabajo que duplicará los ya de por sí los altos honorarios de Ray y que supondrá un gran reto. Aunque para ello Ray Breslin deberá ser encarcelado en una prisión secreta sin posibilidad de comunicarse con nadie del equipo, y sin ningún tipo de información previa, salvo el nombre del alcaide. Esto contraviene el protocolo de actuación de la empresa pero despertará el interés de Ray, que no dudará en embarcarse en este gran desafío con la intuición de que esa oculta institución puede estar operando al margen de la legalidad.
Crítica Plan de Escape
Conozco un par de palabras mágicas que harán que la mayoría de las personas interesadas en esta crítica de “Plan de Escape” hagan que acudan a verla sin pensárselo: “Sylvester y Arnold”. O, según lo prefieran “Stallone y Strong…” digo “Schwarzenegger”. Con eso ya basta. No hay que decir más. Sueño cumplido y punto. Al cine y que ni yo ni nadie os destripe la película ni os quite la ilusión.
Aunque claro, me imagino que muchos de los que entráis a estas críticas es para ayudarnos a corregir las erratas, ¿no? Criticarnos como críticos, ¿quizá? ¿O es que hay alguien aquí que está interesado en saber si merece la pena ir a ver “Plan de Escape” al cine sin llevarse un disgusto monetario? Bienvenidos todos.
Quien lleva la batuta en esta película, en cuanto a dirección se refiere, es Mikael Håfström, un tío de Burgos que se cambió el nombre para parecer más europeo. No, en realidad este director y guionista es sueco de nacimiento y si es posible que no le suene a mucha gente a pesar de haber dirigido películas como “El rito”, “Shangai”, “1408” o “Sin control” es porque los medios no han destacado su trabajo. Mikael Håfström es el tipo de director que hace bien su trabajo, se va a casa y le llega el cheque por hacer lo que tiene que hacer. Échenle la culpa a la temática de las películas (thrillers, terror), que no a su calidad ni a las no pocas reconocidas estrellas con las que ha trabajado (Anthoni Hopkins, John Cusack, Samuel L. Jackson, Clive Owen, Jennifer Aniston, Vincent Cassel…).
El caso es que Mikael Håfström (¡Qué haría yo sin ctrl + C!) en “Plan de Escape” rinde y sabe hacer rendir, o al menos lo parece, a las estrellas de la película. A lo mejor puede que peque un poco de alargar los tiempos y quedarse justo en cuanto a dinamismo se refiere… pero no creo que sea una tarea fácil achuchar a dos resabiados hombres de casi setenta palos cada uno…
Por otro lado, el guion de Miles Chapman y Jason Keller, está bien equilibrado. Ni mucha acción sin sentido, ni demasiadas palabras sin razón. La trama puede llegar a parecernos un poco simple, sobre todo después de mostrarnos a un superinteligente Sylvester Stallone quien se nos vende como el “houdini” de prisiones federales. No es que “Plan de Escape” no de lo que promete y tampoco es que uno pueda intuir fácilmente de qué manera se desarrollará la película, pero… después de hacer nuestra propia carta a los Reyes Magos en cuanto a deseos de lo que podría pasar para quedarnos extasiados, lo que finalmente sucede, y en ocasiones, cómo sucede, nos sabrá a poco.
Inevitable será acordarse de clásicos como “Fortaleza Infernal”, con Christopher Lambert, o la también protagonizada por Sylvester Stallone “Encerrado”, si bien “Plan de Escape” no llega a ser tan bizarramente gamberra como la una (como olvidar ese elemento disuasorio de escape llamado “intestinador”) ni tan carismática como la otra, la cual ya tiene un plus por añeja, clásica y formar parte de los (ahora) tan queridos ochenta.
“Plan de Escape” cuenta con las actuaciones de Sam Neill (“Horizonte Final”, “Parque Jurásico”) un clásico del que soy muy fan y que últimamente no se prodiga mucho en la gran pantalla, Vinnie Jones, famoso ex jugador de footbol e Inglés duro internacional y del rapero 50 Cent más conocido aquí por el videojuego que protagonizó con su mismo nombre que por su música o su ingente cantidad de dinero, a quienes se les saca poco partido en la película. Unas cuantas escenas más, o un poco más de protagonismo para los tres hubiera sido divertido.
Pero no. Eso del protagonismo se lo lleva en primer lugar Sylvester Stallone y en segundo Arnold Schwarzenegger, quienes tendrán unas cuantas escenitas juntos no faltas de humor y de alguna que otra pulla (música para los frikis). En “Plan de Escape” habrá frases y momentos épicos, puede que un poco descafeinados comparados con otras películas de antaño, pero con tanto humor en algunas ocasiones y tan rocambolescos (sin llegar a pasarse) en otras, que los y las disfrutaremos como niños. Y hablando de niños, en esta película al fin quedará zanjada una cuestión, un enigma, que ha generado debates y discordia en casi todos los patios de los colegios (y algún instituto) del mundo y que se genera tras el siguiente supuesto: En una hipotética pelea entre Arnold Schwarzenegger y Sylvestre Stallone… ¿Quién ganaría? La respuesta está en “Plan de Escape”.
