Una película con aires ochenteros basada en una serie de bestsellers de éxito en los 90 ¿funcionará en la taquilla de 2016? Llega “Pesadillas” con Jack Black a la cabeza de su reparto y con un montón de clásicos del terror acompañándole en la aventura.
Sinopsis de la película “Pesadillas” (2016)
Zach Cooper (Dylan Minnette) es nuevo en el barrio, su madre ha aceptado un nuevo empleo en el instituto del pequeño pueblo de Greendale y el “cambio de aires” no le está resultando sencillo. No tardará en conocer a su más que siniestro e intrigante vecino R.L. Stine (Jack Black), autor de los bestsellers de la serie “Pesadillas”, y a su hermosa Hannah (Odeya Rush), que parece vivir recluida en la mansión de su padre.
Crítica de la película “Pesadillas” (2016)
A los niños de esta década se les quedará muy corta Pesadillas… los “sustos”, si podemos considerarlos de este modo, son muy lights y con un toque bastante vintage que apuesto esta generación no sabrá valorar como merece. Para comenzar, los libros de la serie Pesadillas de R. L. Stine estaban de moda entre la generación de los 90, sin duda mucho más inocentones que la generación crecida con un sonajero en una mano y en la otra una tablet, por lo que dudo mucho que los crios de 2016 sepan apreciar esa vuelta a los clásicos del misterio y el terror. Por otro lado, lo chavales de hoy en día están de sobra acostumbrados a ponerse un sábado por la tarde títulos como ‘Insidious’ o visitar durante Halloween los pasajes del terror del Parque de Atracciones ¿cree la factoría de Hollywood que van a conseguir gritos en la sala con un hombre lobo en bermudas o un caniche con colmillos? Si a la sala de cine acudieran Sullivan y Wazowski con el medidor de gritos de Monstruos S.A. la fábrica tendría que cerrar definitivamente sus puertas por falta de energía.
Y es que la principal incógnita que presenta la cinta, y que condicionará sus posibles secuelas, es ¿llegará a encontrarse con su público? Sus protagonistas están más bien en la adolescencia pero la trama en general es bastante infantil, incluidos los chistes de Jack Black y el nivel de terror en sus monstruos y sustos. De haber sabido centrar mejor sus propósitos con respecto al público, y también en lo que respecta a la historia de terror que guía la película (son tantos los enemigos que se pierde “la gracia” de encontramos frente a frente con el malo), muchas cosas habrían mejorado notablemente con respecto a su resultado final. Una de ellas, quizá la más importante, es que se le podía haber sacado más jugo a la historia, no cabe duda, dotándola de ciertos guiños más adultos a través de una trama y unos gags más elaborados, y haberla convertido así en una digna sucesora de títulos como “Los Goonies” (1985) y “Jumanji”(1995), de los que recibe una clara influencia.
Aún así se agradecen en este tipo de apuestas en la cartelera, no son muchas ya que son muy arriesgadas con respecto a la taquilla (pese a todo pronóstico previo que hace a los productores no apostar por este tipo de cine más a menudo, la cinta arrasó durante el fin de semana de su estreno en Estados Unidos al recaudar 23,50 millones de dólares) pero al mismo tiempo siguen siendo completamente necesarias para las nuevas generaciones donde las opciones dentro del género de la fantasía clásica están cada vez más limitadas. Gracias a su director Rob Letterman (Monstruos contra alienígenas, 2009) por recuperar un género que parece estar dormido. Larga vida al fantástico.
